La importancia de los aceites fitosanitarios como tratamientos de invierno
La realización de tratamientos fitosanitarios con aceites sobre los troncos y ramas en otoño e invierno permiten prevenir y reducir los ataques de plagas en primavera. Estas sustancias actúan por asfixia contra cochinillas, pulgones, ácaros, mosca blanca… La principal causa de mortalidad es por anoxia: los aceites bloquean los espiráculos de los insectos o los estigmas de los ácaros, produciendo la asfixia. La penetración del aceite en el interior del insecto también afecta a diversos procesos fisiológicos. Los aceites también pueden bloquear el desarrollo de los huevos de los insectos y ácaros al impedir el intercambio gaseoso.
El corto periodo de actividad residual de estos aceites fitosanitarios no afecta gravemente a las poblaciones de los enemigos naturales, a pesar de que los depredadores y parasitoides que entren en contacto con las gotas de aceite puedan verse afectados.
Lo más habitual es realizar un tratamiento con aceite de parafina, formado por hidrocarburos saturados y no saturados, ambos procedentes del petróleo. Sin embargo, actualmente existen en el mercado aceites obtenidos a partir de extractos vegetales como es el aceite de naranja.
Ventajas adicionales del aceite de naranja
Además de las propiedades que hemos comentado, este bioplaguicida cuenta con las siguientes ventajas adicionales:
- Además de sus características como insecticida, causa también la deshidratación de las paredes celulares de las formas aéreas de enfermedades fúngicas como mildiu y oídio. Rompe la capa cerosa protectora y expone tanto las hifas como las esporas a la desecación.
- Mejora la calidad de la pulverización, maximizando el contacto y la distribución de la aplicación con la plaga o la enfermedad.
- Sus propiedades permiten su utilización a baja dosis como mojante.
- Las dosis de aplicación son más reducidas en comparación con aceites de parafina, permitiendo mayor facilidad de almacenamiento, transporte y manejo.
Consideraciones a la hora de aplicar aceites:
Por las características de actuación de los aceites, es importante tener en cuenta una serie de detalles a la hora de utilizarlos:
- Mojar bien todas las partes tratadas.
- Aplicar preferentemente con máquinas de alta presión.
- El tratamiento ha de hacerse con temperaturas superiores a 5ºC.
- No aplicar aceites en días de viento o con precisión de heladas.
- Durante la aplicación debe de mantenerse el caldo en agitación constante.
- No aplicar en días muy calurosos, ni en horas de máxima insolación.
Si el cultivo ha sufrido también problemas de hongos en primavera se puede mezclar con el aceite un fungicida a base de oxicloruro de cobre para prevenir su ataque. A la hora de la elección de este es imprescindible que este cuente con registro para su aplicación en el cultivo a tratar. Deben transcurrir 15 días entre la aplicación de un aceite mineral y caldo bórdeles, y 40 respecto de azufre y polisulfuro de calcio.